Resumen rápido
El sistema circulatorio de su cuerpo se encarga de transportar la sangre, el oxígeno y los nutrientes por todo el sistema. Puede sufrir síntomas de mala circulación si el flujo sanguíneo en una determinada parte del cuerpo está disminuido. Las extremidades, como las piernas y los brazos, son las más afectadas por la mala circulación.
Los problemas de circulación no son una enfermedad en sí misma. Más bien, es el efecto de varios problemas de salud. Por ello, es fundamental tratar las razones subyacentes en lugar de los meros síntomas. La mala circulación puede estar causada por varios factores. La obesidad, la diabetes, las enfermedades cardíacas y los problemas vasculares son las razones más comunes.
Síntomas de mala circulación
Los siguientes son los síntomas y señales más frecuentes de una mala circulación:
- sensación de hormigueo.
- sensibilidad de adormecimiento.
- dolor en las extremidades que es punzante o picor.
- malestar.
- espasmos en los músculos.
Cada enfermedad que puede inducir un deterioro de la circulación tiene su propio conjunto de síntomas. Las personas con enfermedad arterial periférica, por ejemplo, pueden experimentar disfunción eréctil, así como malestar, entumecimiento y hormigueo.
Causas de una mala circulación
La mala circulación puede ser causada por diversos factores.
Arteriopatía periférica
La arteriopatía periférica (EAP) puede provocar una disminución del flujo sanguíneo en las piernas. La arteriopatía periférica es un trastorno circulatorio que provoca la constricción de los vasos sanguíneos y las arterias. Una afección conocida como aterosclerosis provoca la rigidez de las arterias como resultado de la acumulación de placa en las arterias y los vasos sanguíneos. Ambas afecciones provocan una disminución del flujo sanguíneo a las extremidades y pueden causar dolor.
La reducción del flujo sanguíneo a las extremidades a lo largo del tiempo puede dar lugar a lo siguiente:
- sensación de adormecimiento
- punzadas
- lesiones nerviosas
- daños en los tejidos
La reducción del flujo sanguíneo y la acumulación de placa en las arterias carótidas pueden provocar un accidente cerebrovascular si no se trata. Las arterias carótidas son los principales vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. Si la placa se acumula en las arterias del corazón, se corre el riesgo de sufrir un infarto.
La arteriopatía periférica es más frecuente en los adultos mayores de 50 años, pero también puede darse en individuos más jóvenes. Los individuos que fuman tienen un mayor riesgo de desarrollar EAP en sus primeros años.
Coágulos de sangre
Los coágulos de sangre obstruyen parcial o totalmente el flujo sanguíneo. Pueden formarse en casi cualquier parte del cuerpo, pero los que se forman en los brazos o las piernas pueden causar problemas de circulación.
Los coágulos de sangre pueden formarse por diversas razones y son potencialmente mortales. Si un coágulo se desprende en la pierna, puede desplazarse a otras partes del cuerpo, incluidos el corazón o los pulmones. Además, puede provocar un derrame cerebral. Cuando esto ocurre, las consecuencias pueden ser graves, si no mortales. Cuando se detecta a tiempo, un coágulo de sangre generalmente puede tratarse con éxito.
Venas varicosas
Las varices son venas dilatadas que se desarrollan como resultado de un fallo valvular. Las venas que aparecen nudosas y congestionadas se encuentran con mayor frecuencia en la parte posterior de las piernas. Dado que las venas dañadas no pueden transportar la sangre con la misma eficacia que las venas sanas, puede producirse una mala circulación. Aunque es poco frecuente, las varices también pueden provocar coágulos de sangre.
Los genes desempeñan un papel importante a la hora de determinar si se desarrollan o no las varices. Si un miembro de la familia tiene varices, su riesgo aumenta. Las mujeres, así como las personas con sobrepeso u obesidad, son más propensas a desarrollarlas.
Diabetes
Aunque usted crea que la diabetes sólo afecta al nivel de azúcar en la sangre, también puede provocar un deterioro de la circulación en determinadas zonas del cuerpo. Esto puede incluir calambres en las piernas, así como dolor en las pantorrillas, los muslos o las nalgas. Los calambres pueden ser especialmente intensos cuando se realiza una actividad física. Las personas con diabetes avanzada pueden tener dificultades para reconocer los signos de deterioro de la circulación. Esto se debe a que la neuropatía diabética puede provocar una disminución de la sensibilidad en las extremidades.
La diabetes también puede causar estragos en el corazón y los vasos sanguíneos. Los pacientes con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar aterosclerosis, hipertensión y enfermedades cardíacas.
Obesidad
Llevar un exceso de peso supone un esfuerzo para el cuerpo. En el caso de la obesidad, estar sentado o de pie durante largos periodos de tiempo puede provocar problemas de circulación.
El sobrepeso o la obesidad también le hacen correr el riesgo de padecer otros problemas circulatorios, como varices y problemas en los vasos sanguíneos.
Síndrome de Raynaud
Las personas que padecen de manos y pies fríos de forma crónica podrían sufrir el síndrome de Raynaud. Esta enfermedad provoca el estrechamiento de las pequeñas arterias de las manos y los pies. Dado que las arterias estrechadas tienen menos capacidad para transportar la sangre por todo el cuerpo, pueden aparecer síntomas de mala circulación. Los síntomas de la enfermedad de Raynaud suelen aparecer cuando se está expuesto a temperaturas frías o se está sometido a un estrés inusual.
Además de los dedos de las manos y de los pies, pueden verse afectadas otras partes del cuerpo. Algunas personas experimentan síntomas en los labios, la nariz, los pezones y las orejas.
Esta enfermedad es más frecuente en las mujeres. Además, los residentes de climas más fríos son más propensos a padecerla.
Diagnóstico mala circulación
Dado que la mala circulación es un síntoma de diversas afecciones, el diagnóstico de la causa subyacente ayudará a su médico a diagnosticar los síntomas. Es fundamental revelar cualquier antecedente familiar de mala circulación o cualquier enfermedad asociada. Esto puede ayudar a su médico a determinar sus factores de riesgo y las pruebas de diagnóstico más adecuadas.
Además de una exploración física para comprobar si hay dolor e hinchazón, su médico puede solicitar lo siguiente
- análisis de sangre para detectar anticuerpos que detecten afecciones inflamatorias como la enfermedad de Raynaud.
- análisis de azúcar en sangre para la diabetes.
- análisis de sangre para comprobar si los niveles de dímero D son elevados en caso de que se produzca un coágulo de sangre.
- una ecografía o tomografía computarizada.
- controles de la tensión arterial, incluidos los controles de las piernas.
Los problemas de circulación pueden tratarse.
La condición que está causando la mala circulación determinará el tratamiento. Los siguientes son ejemplos de posibles métodos:
- Régimen de ejercicios especiales aconsejados por el médico para mejorar la circulación.
- Medias de compresión para las piernas incómodas e hinchadas.
- Isotretinoína es un tipo de insulina que se utiliza como tratamiento.
- Las venas varicosas pueden tratarse con un láser o un procedimiento endoscópico.
Dependiendo de su estado, se le pueden recetar medicamentos disolventes de coágulos, así como anticoagulantes. La enfermedad de Raynaud se trata con alfabloqueantes y antagonistas del calcio.
¿Cuáles son tus posibilidades?
Debe informar a su médico sobre cualquier signo o síntoma sospechoso de una mala circulación. Si experimenta síntomas desagradables, podrían ser un signo de algo más grave. Las afecciones no tratadas pueden tener consecuencias importantes. Su médico intentará averiguar la causa de su mala circulación y tratar la raíz del problema.
Las enfermedades que causan mala circulación pueden tratarse si se descubren a tiempo. La mala circulación, si no se trata, puede indicar que una enfermedad está progresando. Si la enfermedad no se trata eficazmente, pueden surgir consecuencias potencialmente mortales, como la formación de coágulos. Inicie un plan de tratamiento exhaustivo con su médico que incluya una dieta saludable.